Liberales, centro, y derecha, ondeando la bandera de la ¡Libertad! Todos ellos liderados por una valiente mujer que ya ha sido capaz, de entrada, de movilizar y devolver la ilusión a una ciudadanía que se sentía huérfana de referentes. Ayuso intentará ganar en unas elecciones, libres y democráticas, al régimen socialcomunista en una campaña electoral poralizada al máximo con la figura del radical de extrema izquierda, y vicepresidente del actual gobierno bipartito, Pablo Iglesias.
"Comunismo o Libertad". Con una sola frase, Isabel Díaz Ayuso ha conseguido unir más al centro derecha y liberales, en torno a su persona y su mensaje, que todos sus antecesores juntos en su Comunidad Autónoma, -y en el conjunto del Estado-, en los últimos años. Ese es ya su primer gran triunfo, que no es poco. Bueno... hay que decir que la candidatura de Pablo Iglesias a la presidencia de la Comunidad de Madrid, pues.. ha ayudado a ello.
Y vayamos con las claves de una semana sorpresiva e inesperada políticamente.
Claves:
Pablo Iglesias intenta a la desesperada salvar Unidas Podemos de su total hundimiento en Madrid y en el conjunto del país. A la vez, pretende reflotar su proyecto político personal (que seguirá controlando orgánicamente) con un dedazo totalitario, colocando, -y obviando totalmente el debate interno- a su elegida, Yolanda Díaz, la ministra de los 4.008.789 de parados. Todo ello asegurándose el control del partido y explotando, con su personal marketing político, la "venta" de su sacrificio personal ante un posible adelanto electoral de Pedro Sánchez que lo dejaría en un total jaque mate.
Sensación agridulce de Pedro Sánchez, se quita el problema de la conflictiva y turbulenta cohesión y criterio en su ejecutivo, pero lamina cualquier expectativa de gobierno de su candidato en Madrid, Gabilondo. Es decir, sabe que va perder Madrid y que va reforzar al eje PP- Vox, ese el precio político de librarse de la presencia de Pablo Iglesias, de momento.
Fragmentación total en la izquierda con vetos y odios personales incluidos, a Pablo Iglesias ya ni le creen los suyos.
Descomposición total y absoluta de Ciudadanos... engaños, dimisiones, ceses, abandonos, mociones de censura traicioneras y experpérticas... un partido que después del 4 de mayo será irrelevante, y del que ya no merece la pena de seguir perdiendo el tiempo analizando su debacle y desaparición del espectro político.
Frenazo de Vox en Madrid, sí. Porque muchos de sus posibles votantes se ven representados en el discurso político de la resolutiva y hábil Ayuso. Y no me olvido, por supuesto que no, de su jefe de Gabinete, el comunicador político y experimentado asesor, el fontanero en la sombra, el estratega que quiere llevar a Ayuso a lo más alto en política y lo está consiguiendo. Me estoy refiriendo a Miguel Ángel Rodríguez, persona imprescindible, pero alejado de los focos y de las polémicas. Esa es una de las claves del éxito, a día de hoy, de la candidata del Partido Popular de Madrid. MAR. Su jefe de Gabinete no persigue ningún objetivo económico, es millonario de hace tiempo, esa es la gran diferencia con el resto de asesores multicolores en la política española, los cuales, sólo buscan una retribución de dineros públicos a fin de mes, como quien pide limosna. ¿De qué van asesorar quienes ni siquiera saben como y donde obtener la información precisa, y que ni mucho menos saben analizarla correctamente para guiar a quienes "confían" en su criterio? Y es que, un asesor político debe saber gestionar y valorar la información. A la vez que debe ser capaz de transmitir con claridad los puntos que considera imprescindibles, presentando los informes de una forma cristalina, directa y concisa, y todo ello, practicando una analítica de los datos ágil, eficiente y resolutiva. En fin, que si Lazarillo de Tormes viviera en esta época sería, sin ninguna duda, asesor político.
"Comunismo o Libertad". Con una sola frase, Isabel Díaz Ayuso ha conseguido unir más al centro derecha y liberales, en torno a su persona y su mensaje, que todos sus antecesores juntos en su Comunidad Autónoma, -y en el conjunto del Estado-, en los últimos años. Ese es ya su primer gran triunfo, que no es poco. Bueno... hay que decir que la candidatura de Pablo Iglesias a la presidencia de la Comunidad de Madrid, pues.. ha ayudado a ello.
Y vayamos con las claves de una semana sorpresiva e inesperada políticamente.
Claves:
Pablo Iglesias intenta a la desesperada salvar Unidas Podemos de su total hundimiento en Madrid y en el conjunto del país. A la vez, pretende reflotar su proyecto político personal (que seguirá controlando orgánicamente) con un dedazo totalitario, colocando, -y obviando totalmente el debate interno- a su elegida, Yolanda Díaz, la ministra de los 4.008.789 de parados. Todo ello asegurándose el control del partido y explotando, con su personal marketing político, la "venta" de su sacrificio personal ante un posible adelanto electoral de Pedro Sánchez que lo dejaría en un total jaque mate.
Sensación agridulce de Pedro Sánchez, se quita el problema de la conflictiva y turbulenta cohesión y criterio en su ejecutivo, pero lamina cualquier expectativa de gobierno de su candidato en Madrid, Gabilondo. Es decir, sabe que va perder Madrid y que va reforzar al eje PP- Vox, ese el precio político de librarse de la presencia de Pablo Iglesias, de momento.
Fragmentación total en la izquierda con vetos y odios personales incluidos, a Pablo Iglesias ya ni le creen los suyos.
Descomposición total y absoluta de Ciudadanos... engaños, dimisiones, ceses, abandonos, mociones de censura traicioneras y experpérticas... un partido que después del 4 de mayo será irrelevante, y del que ya no merece la pena de seguir perdiendo el tiempo analizando su debacle y desaparición del espectro político.
Frenazo de Vox en Madrid, sí. Porque muchos de sus posibles votantes se ven representados en el discurso político de la resolutiva y hábil Ayuso. Y no me olvido, por supuesto que no, de su jefe de Gabinete, el comunicador político y experimentado asesor, el fontanero en la sombra, el estratega que quiere llevar a Ayuso a lo más alto en política y lo está consiguiendo. Me estoy refiriendo a Miguel Ángel Rodríguez, persona imprescindible, pero alejado de los focos y de las polémicas. Esa es una de las claves del éxito, a día de hoy, de la candidata del Partido Popular de Madrid. MAR. Su jefe de Gabinete no persigue ningún objetivo económico, es millonario de hace tiempo, esa es la gran diferencia con el resto de asesores multicolores en la política española, los cuales, sólo buscan una retribución de dineros públicos a fin de mes, como quien pide limosna. ¿De qué van asesorar quienes ni siquiera saben como y donde obtener la información precisa, y que ni mucho menos saben analizarla correctamente para guiar a quienes "confían" en su criterio? Y es que, un asesor político debe saber gestionar y valorar la información. A la vez que debe ser capaz de transmitir con claridad los puntos que considera imprescindibles, presentando los informes de una forma cristalina, directa y concisa, y todo ello, practicando una analítica de los datos ágil, eficiente y resolutiva. En fin, que si Lazarillo de Tormes viviera en esta época sería, sin ninguna duda, asesor político.
