Opinión

Construye tus sueños

La china BYD ya ha vendido su primer coche en Galicia, en A Coruña, y MG matriculó 13 en la provincia de Pontevedra en agosto, tal y como informábamos esta semana en Atlántico. Dos marcas chinas que han llegado con fuerza a Europa y con estrategias diferentes.
La reacción ya está aquí. Ursula von der Leyen anunció que la UE iniciará una investigación para saber si hacen falta aranceles a los vehículos eléctricos chinos para proteger nuestra producción. Es una respuesta a las ayudas gubernamentales chinas, que han inundado los mercados de coches eléctricos más baratos.  La carrera es a cara de perro.

¿Estamos hablando de proteccionismo? Más bien de exigir a los chinos  jugar con las mismas reglas. Ya lo dijo hace unos meses el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, al recordar que los fabricantes europeos pagan un 25% de aranceles en China mientras que la UE sólo cobra un 10% por las importaciones chinas. Acusó a la UE de haber “desplegado una alfombra roja”. 

¿Y por qué esta estrategia de los chinos en Europa? Parece que el mercado norteamericano se ha cerrado para ellos. En agosto el Senado de Estados Unidos aprobó ayudas  por comprar un coche eléctrico, siempre que sean fabricados en USA y que ni siquiera tengan componentes chinos.

Las marcas BYD y MG son emblemáticas de las ambiciones chinas sobre Europa con estrategias diferentes.

BYD, iniciales de “Build Your Dreams” (Construye tus sueños), nació en 1995 y supera los cinco millones de coches producidos. Estos días debutó en la feria de Munich ocupando uno de los mayores espacios y ahora lo hará en España, en una feria en Valencia, donde se espera que pueda dar pistas sobre la fábrica que quiere construir en Europa, con muchos candidatos, entre ellos España y Vigo. Veremos dónde porque, por un lado se critica su desembarco y, por otro, los países han desplegado toda la artillería para conseguir la factoría. 

Por su parte, la británica MG estaba en quiebra y en 2007 la compró Shanghai Automotive Industry Corp, SAIC. Así que, en este caso, los chinos utilizaron la técnica de entrar en el mercado europeo con una marca local y conocida. 

Esto no ha hecho más que empezar y en Vigo  jugamos. Citroën llegó a la ciudad en 1957 gracias a Félix Santamaría y transformó la ciudad para siempre. Cómo hemos cambiado.

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