Éxitoso fue el desembarco de la misión cultural (es decir, musical) viguesa en el Foro. Lleno en el Joy Slava con un millar de asistentes al acto central, donde no faltó el concejal de Cultura, que no es otro que Abel Caballero, aunque el titular oficial sea otro. Caballero, perejil en todas las salsas por su deseo patológico de ser protagonista absoluto, seguramente tendría ganas de salir al escenario, como ya hizo en la cabalgata de Reyes y en el desfile del Entroido, donde apareció entre la comitiva, con su guardia palmera adosada. sin que nadie lo entendiera.
A lo que íbamos: fue un éxito, pero que hay que relativizar. Porque de nuevo, aunque era un acto en Madrid, fue cubierto sobre todo por periodistas de Vigo y reflejado de forma preferente en los medios de comunicación de esta ciudad. Un poco como ocurre todos los años con Fitur, la feria internacional del turismo, que se convierte en una monótona sucesión de actividades que sólo interesan a los propios de cada uno de los ayuntamientos y comunidades, con lo que la promoción externa resulta igual a cero.
En Madrid se repitió ayer, muchos años después, lo de Vigo se escribe con M de Madrid, y si en aquella ocasión de los ochenta era un acto demasiado oficialista, pero que logró cierta proyección, en esta nos encontramos con un acontecimiento totalmente dirigido desde el ayuntamiento, cuya repercusión está por ver. Caballero sin duda estará encantado de ser el protagonista, que al final es lo que busca. Si no fuera así, habría dejado una representación menos institucional, pero eso no va con nuestro alcalde, tan peculiar él.
