No hay registros del cierre de un museo. Menos de uno tutelado por el ayuntamiento, como es (más bien, era) el Liste, un muy interesante espacio que les recomendaría visitar si no fuera por que ya no resulta posible. A nadie puede extrañar que dentro de algún tiempo Olimpio Liste acabe cogiendo todo su material formado por 11.000 piezas y acaba exhibiéndolo por ejemplo en la Ciudad de la Cultura de Santiago en una exposición etnográfica. Puede suceder o no, pero de momento Vigo ha sido incapaz de mantener el museo de Liste... porque no ha querido el alcalde, ni más ni menos. De la (supuesta) concejala de Cultura, Isaura Abelairas, mejor no hablar, ya que no es sino una mera pieza dentro del aparato montado por Abel Caballero, amo y señor del ayuntamiento exclusivamente porque el BNG lo permite.
Parece extraño que el grupo nacionalista no acabe de reaccionar de forma contundente ante la sucesión de agravios que recibe: no puede ser casualidad que la mayor parte de la labor de derribo de Abel Caballero se dirija contra los departamentos que gestionó durante el anterior mandato el BNG, como son Cultura (cierre del Liste, del Pacheco, del Centro de Artesanía) y Deportes (liquidación de las subvenciones), sin olvidar el Casco Vello, que ha sido vapuleado con la eliminación de los Coidadores de Barrio. Añadamos el ataque directo contra la asociación de vecinos de Teis (con portavoces nacionalistas) y la propia Federación Vecinal, que ha pasado de santo a demonio tras negarse a aceptar un vasallaje demasiado evidente.
El Museo Liste cerró. Y Caballero sigue de alcalde.
No puede ser casualidad que la labor de derribo se centre en las áreas que tenía el BNG.
