Le ha ofrecido el Partido Popular a Abel Caballero un pacto para convertirse en el primer titular de la nueva institución Área Metropolitana: que tenga mano izquierda y logre convencer al resto de alcaldes de que debe ser él quien lo presida, apelando a un liderazgo moral que tiene que ganarse. Los otros 12 el de Fornelos es pro-Abel- temen sus decisiones porque ya han visto cómo se las gasta en la Mancomunidad, tomando decisiones sin contar con el resto de ayuntamientos e imponiéndolas sin consenso. O con la traída del agua al Morrazo, que tuvo que lograr la Xunta apelando a los tribunales, en otra acción lamentable del alcalde. Y no quieren repetir la historia en el Área de Vigo, donde habrá asuntos muy serios y se necesitará contar con un amplio acuerdo, lo que no va en absoluto con la forma de actuar de Abel Caballero.
Si no tiene mano izquierda, tendría que disponer de una mayoría clara para hacer y deshacer, lo que resultaría dañino sin duda. Pero tampoco: Caballero está en minoría en el Concello y en extrema minoría en la comarca, con el PP ganador en 13 de los ayuntamientos, Vigo incluido aunque los pactos hayan decidido otra cosa.
Sin mano izquierda ni mayoría en las urnas, lo más probable es que el alcalde vigués se enroque y no acepte nada que no sea su voluntad. Y en consecuencia, el presidente será el buen regidor de Baiona. El siguiente paso es de cajón: Caballero hará lo posible por boicotear el Área, perjudicando a todos los vigueses y al resto de vecinos de la comarca. Hay que reconocer que en este asunto es consecuente: no cree en las instituciones sino exclusivamente en el poder.
