Opinión

El casco vello y callejeros

La proliferación de cadenas y la necesidad de cubrir espacios televisivos lleva a menudo a la repetición de programas antiguos, quizá sin advertir suficientemente a los espectadores de que se trata de una reposición. Ha ocurrido este pasado viernes, donde Cuatro, a través de uno de sus canales temáticos, volvió a programar el terrible episodio de Callejero Viajeros dedicado a Vigo. O más bien, al Casco Vello, en su versión de hace siete años. Aquel espacio produjo un impacto brutal. Exterior, al mostrar una ciudad terrible con un barrio histórico convertido en un lugar infecto; interior, al insistir en que quedaba casi todo por hacer y que Vigo no podría mirarse a sí mismo sin sentir vergüenza. Pero de eso hace siete años y mucho es lo que se ha avanzado desde entonces gracias a una inversión pública potente y continua.
La vieja Ferrería está ahora irreconocible y aunque todavía quedan algunos edificios por rehabilitar, el aspecto general es el de un barrio joven y con futuro. Recientemente se desarrolló incluso una feria "verde", casi una broma a su reciente pasado. Otro dato: de los 40 locales que por eufemismo se llamaban de "alterne" ya sólo queda uno abierto, y por poco tiempo. Hace apenas unos días el Consorcio Casco Vello anunció la compra del mayor, situado en la plaza central. 
Queda, en efecto, O Berbés, con la rehabilitación integral del entorno y los  soportales, operación que ya cuenta con financiación. Así que ya sólo es cuestión de algo más de paciencia.
Pero Cuatro nos volvió a enseñar la miseria de Vigo como si fuera real, de agosto de 2014. Y no es así.

Te puede interesar