Opinión

El BNG nombra al presidente del PSOE vigués

Suena a chiste, a desbarre, pero en esencia eso mismo que aparece en el título es lo que ha reclamado Abel Caballero como una de las medidas claves para el “nuevo PSOE”: que los alcaldes se conviertan por simple hecho de serlo en presidentes locales de las agrupaciones socialistas y, en la práctica, sus líderes. Caballero lo llama 'convertir los referentes sociales en referentes políticos', una frase alambicada que no deja de ser una de sus típicas piruetas. Por si no se lo creen así, de forma casi textual, figura en una declaración que pasea por todas las televisiones Abel Caballero, quien además de ser el alcalde que soporta esta bendita ciudad se ha erigido en el portavoz de un grupo de presión pendiente de colocarse al lado de Pérez Rubalcaba, de Carme Chacón o quizá de un tercero que aparezca a última hora, como el regidor de Toledo, que amaga y no da. En todo caso, el titular de Vigo parece que lo tiene bastante claro y ya ha mostrado su simpatía por el excandidato perdedor en las elecciones del 20N, en la convicción de que pese a todo sería el caballo ganador del congreso de Sevilla y podría colocarle a él y a su compañera y pareja política (como de forma precisa le llama Carlos Príncipe) en la ejecutiva federal y quizá al mando del PSdeG.

Pero volvamos al principio. Lo más llamativo de su propuesta, en realidad lo único que cuenta, es su insistencia en dar más poder orgánica e institucional a los municipios, una idea sorprendentemente bien recibida por Pérez Rubalcaba, y que sólo se entiende desde la perspectiva de su autor. Si en lugar de alcalde fuera presidente de una comunidad autónoma diría que los líderes tienen que ser estos. Y si fuera del Puerto, que el PSOE debe reconocer el papel de las instituciones, por tanto, de quien está al frente…

En la práctica, si el PSOE comete el error de dar carta blanca a Caballero, en Vigo al menos se cometerían dos irregularidades: la primera, que se consolidaría la desaparición del secretario general bajo el mando del presidente-alcalde. Y segundo, que el liderazgo del PSOE la decidiría el BNG. ¿O no fue el BNG quien dio la Alcaldía a Abel Caballero? Sin el voto del BNG, el PP habría logrado la Alcaldía como partido más votado. Abel tendrá que hacer un monumento a Santi Domínguez.

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