Opinión

La batalla que Vigo no puede perder

Puertos del Estado ha hablado y dictado sentencia, contraria a los intereses de Vigo. Por ese lado, nada que hacer. Pero ayer la comunidad portuaria, que incluye desde armadores a consignatarios, ya advertía de que la batalla será larga. Vigo no debería perderla, porque supondría un signo de absoluta debilidad. Hay ciertos motivos para un optimismo moderado. Uno, que Maersk todavía no se ha pronunciado con claridad, lo que indica que en la empresa hay dudas sobre su negocio: sin duda resulta más barato la terminal de Marín que la viguesa, pero al final la naviera sólo es dueña de la caja que transporta una mercancía que pertenece a un empresario, que algo tiene que decir sobre el servicio. Y los costes. Dos, que Marín dispone de servicios muy inferiores a los vigueses, lo que llevaría al sinsentido de tener que alquilar grúas o de exigir que Aduanas abra nuevos puestos de inspección fronteriza para el despacho de las mercancías, cuando ya hay en Vigo ocho bocas con material y personal preparado para la salida de contenedores refrigerados desde Guixar.  De una u otra forma, Maersk sólo se ha dado un año en Marín, con todo o sólo una parte de su tráfico de depósitos. Tiempo para que Vigo resuelva sus problemas históricos que le restan competitividad. Comenzando por la estiba, un clásico.

Te puede interesar