Opinión

#Ni tú

El movimiento #MeToo, que arrancó en 2017 en Estados Unidos, fue un punto de partida y de inflexión para visibilizar a nivel global el acoso sexual que afecta a las mujeres en cualquier ámbito. Con ocasión de las denuncias y testimonios de varias actrices que habían sido acosadas por el productor cinematográfico Harvey Weinstein, Hollywood dejó patente que sabía hacer algo más que películas y que, además de su fama como fábrica de sueños, se atrevía a dar un nuevo paso firme, el de la visibilidad de las mujeres víctimas de acoso, abusos y agresiones sexuales.
“Yo también” fue un revulsivo y el lema que enarbolaron las mujeres fuertes de todo el mundo que se hicieron una para dar un grito colectivo contra el comportamiento machista repulsivo que, desgraciadamente, poco ha cambiado. Porque la lucha de las mujeres por el respeto y el reconocimiento en un mundo desigual, se da de bruces con una sociedad que se resiste a ceder su espacio patriarcal y machista reforzándose en las debilidades de nuestra política cultural y educativa y extendiéndose con facilidad por unas redes sociales en las que triunfa con mayor facilidad lo grotesco y lo violento.
"Time's Up", "El tiempo se ha acabado", es otra consigna en el idioma de Shakespeare que ha calado recientemente y que reivindica el fin de la desigualdad de género y el derecho legítimo de las mujeres a ocupar el lugar que les corresponde  en el mundo, en pie de igualdad, al menos, con los hombres. Pero ni con todos los lemas lo tienen fácil cuando -"me too"- yo también creo que las mujeres deben luchar todavía con gigantes que se disfrazan de simples molinos de viento. Y si colectivamente es una batalla dura, muchas mujeres solas, y sus hijos e hijas, no logran superar la agresión que llega muchas veces de su propio seno familiar.
Por eso nos va haciendo falta un #Ni tú. Que de la mano de toda la sociedad, y si no quieren estar todos, la de aquellos y aquellas que tienen fuerza para representarla y movilizarla, sembremos bien profunda la raíz del respeto como germen de todos los derechos de las personas, y podamos decir bien alto a los acosadores, agresores, violentos y a cualquier energúmeno que quiera imponerse sobre ellas y sobre los demás por la fuerza irracional, que "ni tú" ni nadie. #Ni Tú, ahora en castellano.

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