Opinión

Cuatro años en “Black”

Sólo deberíamos resistirnos a asimilar aquellas modas o  usos que nos vienen del exterior cuando estos contravienen aquellas costumbres que hayan cincelado los fundamentos de nuestra cultura y civilización occidentales. Y ni eso. Todas las civilizaciones son fruto de una evolución histórica preñada de dispares influencias y cruces de culturas provenientes del exterior. El caso de España no es ajeno a esta realidad.
Personalmente, prefiero los Reyes a Santa Claus; el día de todos los Santos (o mejor el días de los muertos mejicano) a Halloween; los principios de la religión cristiana a cualquier otra; la calle de los vinos al Oktoberfest y el roscón al panettone. Allá cada cual con sus gustos y sus prácticas privadas, pero la importación de influjos del exterior no tiene por qué ser necesariamente negativo. 
El Black Friday, viernes siguiente al cuarto jueves de noviembre, marca la fecha en la que Estados Unidos inaugura oficialmente la campaña comercial navideña. Esta tradición anglosajona introducida hace menos de diez años en España por la cadena Mediamarkt, es foco de un gran número de críticas. Para unos, es clara muestra de la imparable y perniciosa conquista cultural yanqui; otros lo demonizan por resultar ser el paradigma más evidente del devastador espíritu capitalista y del desenfrenado consumismo.
Sin embargo, a pesar de las andanadas de los más agoreros, habrá que dejar a los consumidores que conduzcan sus hábitos hacia donde les venga en gana, ya que se les debe presuponer capacidad propia para planificar, presupuestar y financiar sus compras. Atentos a las artimañas publicitarias, los peligros en forma de descuentos engañosos y las falsificaciones “on line”, acatemos la decisión libre y espontánea de aquellos que acudan masivamente a cualquier tipo de comercio para realizar sus compras navideñas. Respetémoslos tanto como a los que, también libremente, decidan quedarse en sus casas sin llenar sus ciber cestas. Ya tendremos tiempo de lamentarnos de aquellos que protagonizarán los próximos lunes, martes, miércoles, jueves y viernes negros que viviremos con resignación los próximos cuatro años.

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