La fotografía de la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha dado para mucho a los amantes de los bulos. Ni Sánchez posaba de guaperas delante del drama del incendio en Casas de Miravete, sino que atendía las explicaciones del presidente extremeño, ni este llevaba en su muñeca un reloj PVP de 55.000 euros. Entre la derecha mediática hay una cierta fijación con los relojes de los líderes de la izquierda. Recuérdese que el exsecretario general de UGT, Cándido Méndez, sufrió una campaña similar sobre sus pretendidos relojes de lujo, con fotografías tan manipuladas que parecía que los llevaba a la altura del codo. Y no eran ni Rolex ni Trolex. Al margen de que cada cual se pueda gastar su dinero de la forma que quiera, Fernández Vara le ha quitado de golpe los tres ceros al precio de su reloj, al contar cómo y dónde lo compró. Dos intentos de manipulación y dos meteduras de pata.
