Opinión

Marca España

Hace unos días Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, daba un aldabonazo en Nueva York al presentarse con un vestido de Jesús del Pozo para una fotografía con el matrimonio Trump. Una publicidad imagen impagable como embajadora de la moda española. Ahora ha sido el propio presidente estadounidense, Donald Trump, quien acaba de introducir en la cultura consumista de su país a otra innovación genuinamente española, el calimocho, el brebaje mezcla de vino y de Coca Cola que se le vio bebiendo en la cena de la 73 Asamblea General de la ONU. El calimocho es indiscutible “Marca España”, un invento tan nacional como el botijo, el chupachups y la fregona. Alguien con visión comercial, ya estaría trabajando en la exportación del cóctel de los pobres a Estados Unidos, con acuerdo o no con el gigante de los refrescos. Por lo pronto ya tiene la campaña de imagen hecha. Y no es poco.  

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