Hombres y mujeres se mueren, entre otras causas, de las enfermedades propias de su sexo, cáncer de próstata en el caso de ellos, de útero o mama en el caso de ellas. Luego hay enfermedades que afectan a un sexo más que a otros pero siempre más a los hombres que a las mujeres, que tienen mayor esperanza de vida. Puesto que no se puede elegir de lo que uno se quiere morir, si al menos donde quiere hacerlo, si da tiempo para ello y el infarto lo permite. Uno de los mejores lugares para despistar a la de la cara fea es Emperador, un pueblo de la provincia de Valencia de casi setecientos habitantes donde a lo largo de 2018 no murió ninguna persona. Tampoco son malos sitios para no morir Rivas-Vaciamadrid, Boadilla del Monte y Fuenlabrada, todos en la provincia de Madrid, con unas 3 muertes por cada 1.000 residentes, municipios periféricos en los que predomina la población joven, mientras que en lugares de la España envejecida se dispara la proporción de muertes. Siempre quedará Emperador.
