Opinión

El roble

Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump y de Francia, Emmanuel Macron, plantaron al alimón en un viaje oficial del segundo un retoño de roble en los jardines de la Casa Blanca rodeados de toda la parafernalia del momento y como símbolo de una amistad a prueba de incendios. El pobre roble, sin embargo sufrió una serie de traslados que han dado como resultado que se secara porque tras ser plantado tuvo que ser retirado para que cumpliera la cuarentena obligatoria para todos los árboles que llegan a los USA. El quercus se secó y las relaciones de Estados Unidos con Europa llevan el mismo camino, como se ha podido comprobar en la celebración del 75º aniversario del desembarco de Normandía.. O quizá el árbol decidiera morirse porque no pudo soportar la idea de que Trump acabara paseando por debajo de sus ramas, a pesar de que su lento crecimiento no lo haría posible. Y, por cierto, un fiasco diplomático francés de cuidado que no previó cuarenta días antes lo que iba a pasar con el roble. 

Te puede interesar