Opinión

El muro

Una vez más se ha demostrado que no se pueden poner puertas al campo, que por muy altos, muy cortantes, por muy gruesos que sean los muros que se levantan en las fronteras para impedir el paso de migrantes que quieren mejorar su nivel de vida o al menos intentarlo, ninguno es invulnerable. El último modelo, el que parecía inexpugnable, el levantado por Donald Trump en algunos tramos de la frontera con México, acaba de ser violado por un joven escalador de 16 años valiéndose de una tecnología tan sofisticada como una escalera. El chaval fue detenido por una patrulla policial que llegó de forma inmediata, lo que le ha valido a la Administración estadounidense para no reconocer el fiasco del muro, que había contado con el visto bueno de expertos escaladores que lo consideraban como el más eficaz contra los intrusos, aunque  otros lo subieron con bastante facilidad. Una  vez que alguien ha abierto un agujero en el muro seguro que seguirán otros con distintos medios que se colarán por él.

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