Opinión

Descentralización

Al presidente del Gobierno en funciones se le ha ocurrido descentralizar algunos órganos de la Administración Central y trasladarlos a algunas ciudades medianas o pequeña de la España vaciada para paliar el despoblamiento. Esta bien sea una intención real, una ocurrencia preelectoral o una promesa de futuro. Pero esto no es nuevo, además de poco eficaz, por número de funcionarios que se desplazarían a no ser que se trasladaran ministerio enteros. Sin embargo las comunidades autónomas que sufren con mayor incidencia la despoblación tienen pendiente realiza la tercera descentralización. Lo demandan los municipios para asumir más servicios de proximidad a sus vecinos. Y son estos gobiernos las primeras instituciones que tendrían que descentralizar sus servicios más allá de las delegaciones provinciales de sus consejerías. Y otra cosa, la cuestión no es que se trasladen funcionarios a las capitales de las provincias despobladas, sino que se llenen con familias en los pueblos moribundos para revitalizar la sociedad y la economía de la zona y con todos los servicios posibles. Eso es caro pero más aún que comarcas enteras se queden vacías.
 

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