Opinión

Correos

Seguro que Correos habrá pagado una pasta gansa a José María Cruz Novillo el famoso diseñador del nuevo logotipo de la empresa que tiene muchísimo parecido con el anterior, solo que ha desaparecido el nombre de la casa. El logo mantiene la cornamusa y la corona porque se trata de una empresa que todavía es casi pública y porque quitarla habría supuesto una polémica del carajo. Así que hay que agradecer al diseñador que nos haya ahorrado unos días de pelea a favor y en contra, etcétera, etcétera, de esas a las que somos tan aficionados. 
El cambio del logotipo, se ha explicado, es para reflejar a todos los niveles la evolución de la compañía y su puesta al día de los nuevos tiempos. Entonces, ¿por qué se mantiene la cornamusa, la trompetilla que usaban antaño los carteros y que hace décadas que dejó de utilizarse? Se trata de un anacronismo. Desde luego los más jóvenes que han vuelto a utilizar el correo físico gracias a los envíos de comercio electrónico no se van a ver muy identificados con un instrumento que no han visto en su vida.

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