Opinión

Veteranos y Sanchismo

Tezanos empieza a mostrar síntomas de alarma, miedo al ridículo, y reduce la distancia que separa al PP del PSOE, que para el CIS sigue ganando en votos el 28-M. Faltaría más, Tezanos no va a llegar tan lejos como para admitir lo que dicen el resto de las empresas de sondeos, que el PP está por encima del PSOE.

Es veterano en el PSOE, se hizo un nombre en tiempos de Felipe y Alfonso, pero estos dos ex dirigentes, así como parte de los que formaron parte de la gran historia del PSOE, e infinidad de militantes y votantes, no se sienten cómodos con Pedro Sánchez. Pero Tezanos prefiere no verlo.

Un número importante de socialistas no ocultan su preocupación y sobre todo su tristeza, al ver al PSOE convertido en lo que hoy es. Hace años dijo Felipe aquello de “soy militante pero no simpatizante”, una frase que fue muy celebrada. Gobernaba Zapatero, que fue el que empezó a llevar al PSOE por mal camino. Felipe González, al que se le adivina todo aunque apenas habla, quizá ahora tampoco se sienta especialmente bien en la piel de militante.

En estos tiempos electorales, hay un hecho indiscutible: los candidatos socialistas con mejores perspectivas son los que confiesan su lejanía con Pedro Sánchez, incluso su intranquilidad cuando comparten mitin con el presidente de gobierno. A la cabeza de los contrariados se encuentra García Page, que confiesa públicamente su disconformidad con decisiones de Sánchez, sobre todo por su compadreo con Podemos y con Bildu, y en posición muy parecida se encuentra Lambán. Vara, que al igual que Ximo Puig y Abel Caballero apoyaron a Susana Díaz en las primarias, cuando ganó Pedro Sánchez asumieron el resultado y demostraron lealtad al nuevo secretario general, aunque unos con más entusiasmo que otros.

Estos días en los que se juegan su futuro, días en los que ponen toda la carne en el asador para mantenerse en sus puestos, varios de ellos, los que conocen mejor los problemas de gestionar bien, confiesan en privado su preocupación por los “anuncios de los martes”. Pretende Sánchez captar votos prometiendo lo que, dicen, no puede cumplir porque no hay dinero para tantas ayudas y tantas subvenciones. Les asusta la imagen de frivolidad que transmite un gobernante que, si ya mintió en el pasado cuando aseguraba que jamás haría lo que después hizo, ahora actúa como un Rockefeller de la política, como si le sobrara el dinero.

De todos ellos, el que no se para en barras para decir exactamente lo que piensa, sin filtros, es Alfonso Guerra. Porque no se presenta a nada y porque siempre ha sido así.

Se agradece que algunos de los mejores gobernantes socialistas, los mencionados y bastantes más que siguen sintiéndose miembros del PSOE, denuncien incansablemente que el sanchismo está dejando atrás principios que formaban parte de la identidad de su partido. Se niegan a aceptar lo inaceptable.

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