Opinión

Todos por la pasta

La declaración de bienes a la que han tenido que hacer frente los diputados de ambos cámaras al inicio de esta legislatura número trece abre  una gatera para que los administrados asomemos la nariz en el entorno más íntimo de los diputados y senadores. Es un ejercicio de transparencia digno de aplauso y de loa el que han aceptado sus señorías, y nos permitirá llevar a cabo con ellos un ejercicio parecido a aquel al que se somete a los concursantes de “La isla de los famosos” solo que al contrario. En el espacio televisivo se comprueba cómo se refleja esa dieta a la que se someten los concursantes y cuántos kilos han adelgazado al final del tiempo de permanencia en el programa, mientras que a los representantes del pueblo se les comprobarán cuánto ha engordado su patrimonio en el tiempo que han desempeñado su tarea en ambas cámaras. Si ha subido más de la cuenta tendrán que justificarlo. No está mal aunque uno tenga ciertos resquemores y sospeche que existen no pocas vías que permitan evadir el marcaje popular. Con todo y con ello, bienvenida sea la práctica.
Somos un país próspero según se refleja en el patrimonio de nuestros políticos. Aunque el que ha declarado el diputado de Ciudadanos Marcos de Quinto sobresale muy por encima del resto, tanto el Gobierno como los principales líderes de la oposición están en poder de bienes notables, tienen en general unas cuentas saneadas, disfrutan de una situación confortable, y algunos son personajes bastante más que desahogados. Marcos de Quinto ha sido uno de los ejecutivos más poderosos de la división europea de Coca Cola y por tanto  a nadie le puede extrañar que sus pertenencias superen los cincuenta millones, pero no están nada mal los balances que declaran los demás. En el Gobierno, Duque y Celaá son más pudientes que el resto, aunque todos son sumamente pudientes. En las filas de la oposición tampoco se las arreglan mal. 
Puestos a elegir, prefiero ser gobernado por un Parlamento en el que sus miembros disfruten de unas finanzas brillantes y no tengan que meter los dedos en la caja, aunque reconozco que algunas declaraciones llaman francamente la atención. También resulta curiosa la declaración de una diputada de ERC que dice no tener más que 160 euros en cuenta. Eso cuando entra. Veremos con cuánto sale.

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