Opinión

Tezanos escucha a los Hollies

Los Hollies, cuya alineación de gala componían Bobby Elliott en la batería, Tony Hicks y Graham Nash en las guitarras, Allan Clarke en la voz y Bernie Calvert en el bajo son, en mi siempre modesta opinión, la mejor banda que ha dado la ciudad de Manchester en toda su historia, y mira que las ha dado buenas, Oasis sin ir más lejos. En Manchester nacieron los aguerridos Wayne Fontana y sus Mindlebenders, los armoniosos Herman Hermit´s de Peter Noon, la elegante perversión de Chemical Brothers, y los Smiths, por ejemplo. Pero como Los Hollies, ya les digo yo que nada.

A mediados de los 60, cuando le disputaban a sus vecinos los Beatles la cabecera de las listas en el Reino Unido –nunca se llevaron bien y George Harrison jamás les perdonó una versión bastante chunga de “If I’needed someone”- subieron como la espuma con un título llamado “Carrie Anne”, compuesto por tres de sus miembros, cuya letra refleja con tanta propiedad lo que está haciendo José Félix Tezanos a los mandos del Centro de Investigaciones Sociológicas, que no vendría mal que este caballero conociera su contenido y reflexionara sobre ello. Tezanos, un veterano sociólogo santanderino que se hizo omnipresente enseñando en la Universidad a Distancia, el espacio docente que convirtió en su reino y del que obtuvo sus mejores dividendos en todos los sentidos, es hoy uno de los personajes más justamente desprestigiados del momento político, como leal manipulador de cámara al servicio de los intereses de un ideario político desde una atalaya de privilegio como el CIS que la gente normal y corriente hace tiempo que ya toma por el pito del sereno. Tezanos, la joven manejadora y falsamente cándida que maniobra, utiliza, sesga y compromete a todo su ambiente colegial de alumnos y profesores en la canción de los Hollies envenenando y viciando todo lo que toca, ha destrozado en pocos meses el prestigio almacenado por el CIS a lo largo de los años, gobernado por unos y otros gobiernos. Es cierto que siempre barrió para casa pero nunca lo hizo con la desfachatez y la absoluta impunidad con la que ahora se despacha. El CIS es ahora mismo, un foco de opinión tan imposible de creer que nadie en su debido juicio lo toma como referencia.

Algún día, este manipulador sin escrúpulos, tendrá que explicarse. O eso espero.

Te puede interesar