Opinión

Se pincha la estrategia

Las altas instancias judiciales del país se empeñan en deslegitimar los planes que el presidente Sánchez está urdiendo para tratar de excarcelar a los reos del independentismo internados en el centro penitenciario de Lledoners. Cumplen su condena en situaciones muy favorables todo hay que decirlo, porque las competencias en materia penitenciaria están trasferidas a la Generalitat y no es cosa de endurecerse con gente de la casa. Pero presos están, que ya es bastante. Sin embargo, el plan Sánchez -si es que lo tiene que tampoco está claro- pasa por manipular instituciones y modificar instancias para ponerlos en la calle lo antes posible porque, no conviene olvidarlo, Sánchez les debe una a los independentistas y se la van a cobrar sí o sí. Modificar el Código penal con efecto retroactivo, echar mano de la abogacía del Estado para dulcificar tratamientos, apelar a la Fiscalía General colocando a la persona idónea a la cabeza, todo vale para la causa.

Lamentablemente, el Supremo ha decidido mantener la inhabilitación de Torra y lo ha hecho por unanimidad, respaldando la decisión tomada por la Junta Electoral Central y  enmendando la plana  a la Fiscalía que ya comenzaba a dar señales de complacencia reclamando la suspensión cautelar de la medida hasta que no hubiera mayor información sobre el proceso. El Supremo mantiene la inhabilitación que, probablemente, privará a Torra de ostentar la presidencia del Gobierno de Cataluña. Los políticos afines a Torra afirman que no existe un texto expreso en el reglamento de la cámara autonómica que prohíba ejercer la presidencia a quien no es diputado en activo, pero todo parece indicar que Torra deberá abandonar su puesto. No quiere, se atrinchera, niega la mayor, predica la desobediencia… pero la maquinaria administrativa no suele tener misericordia y termina imponiendo sus criterios. Torra estaba ayer en ropaje de resistente, alzando la mano y proclamando el no pasarán, pero la situación no acaba de ponérselo fácil. Ni a él ni a Pedro Sánchez, que tiene con él una reunión pendiente y a día de hoy se le están pinchando las ruedas. Si la estrategia era manejar los hilos para satisfacer los deseos de sus colaboradores en la constitución de la alianza de Gobierno, o no hizo bien los cálculos o no tenía información fiable sobre las decisiones del Supremo. Los Tribunales no le colaboran en nada… 

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