Opinión

Moneda al viento

Un amigo al que me he encontrado en el super y al que las cosas ya le importan más bien regular tirando a una figa, me ha expresado sin inmutarse y aplicando la boca a mi oído para adquirir un cierto grado de discreción, que no va a haber Gobierno PSOE-Podemos con la colaboración de ERC por mucho que se diga lo contrario. Le he preguntado si para manifestarle expresamente este pintoresco concepto se le has aparecido la Virgen Santísima apoyada en el alfeizar de la terraza y me ha dicho que no, pero que los signos externos que se desplazan por el éter y que hay que saber catalogarlos y cazarlos al vuelo para juntar motivos es los que inspirarse, le están dando ese pálpito y que él, para los pálpitos, tiene muy buena mano. También lo dijo hace unos días José María Fidalgo en una emisora de radio en la que a día de hoy ejerce de tertuliano. Mi amigo sabe de esto porque más sabe el diablo por viejo que por diablo, pero Fidalgo ha sido un significado dirigente sindical y se mueve todavía hoy por las alturas aunque solo sea porque mide dos metros. Pero además es que permanece en la pomada, lo cual añade cierta dosis de razón a su juicio.

Desgraciadamente, en estas situaciones tan intensas en las que hay una pieza de dos euros dando vueltas en el aire y alguien está en tierra esperando el descendimiento, lo que se desea fervientemente no coincide siempre con el lado del que cae la  mencionada moneda. Es más,  si la situación abunda en materia política y el que la tira es un servidor, lo habitual es que un servidor no acierte nunca. Por mucho que cierre los ojos y apriete los puñitos para pedir por favor que este disparate no se produzca, las cosas no van a reconducirse hasta el terreno de la prudencia. Una cosa es lo que uno quiere y otra muy diferente lo que quiere la moneda. O Pedro Sánchez que tanto da.

El problema, sin embargo, es ahora la abogacía del Estado y la localización al precio que sea de un miembro del colectivo que firme el papel con un texto que satisfaga a los independentistas catalanes para que el den a la abstención el visto bueno y Sánchez llegue finalmente a la Moncloa. Fácil no debe estar siendo, porque  ya se había anunciado que habría fumata blanca antes del día 28 y no se ha producido. Los Santos Inocentes fueron ayer. Hoy ya no lo son.

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