Opinión

Lucca, Madrid y el maestro Boccherini

Don Luigi Ridolfo Boccherini, era un compositor y violonchelista que prefirió abandonar su ciudad natal en Lucca al norte de Italia para buscarse la vida en otros reinos europeos. Apenas un adolescente, se afincó en París, conoció a una hermosa cantante de ópera llamada Clementina Pelliccia, y se enamoró en silencio de ella hasta la peluca. Cuando Clementina abandonó Francia para viajar en verano junto con la compañía de Luigi Marescalchi, a España y avecindarse en los Reales Sitios, Luigi enfundó su chelo, hizo apresuradamente el equipaje y se marchó a Madrid en pos de su amada. No solo consiguió un empleo como músico en el elenco sino que pudo acercarse a la diva, declararle su amor y casarse con ella en la colegiata de La Granja. Con ella fue padre de seis hijos y con ella vivió una feliz existencia como maestro de cámara del infante don Luis en sus exilios de Bohadilla del Monte y Arenas de san Pedro hasta el fallecimiento de ella. Murió en 1786 recién cumplidos los 36 años.

Boccherini es, en mi opinión, uno de los grandes músicos del neoclasicismo, y así lo entienden también los jóvenes alumnos de la Escuela de Música Reina Sofía, quienes se han comunicado por la red para interpretar la música del maestro. Han elegido uno de sus pasajes más justamente famosos, el  cuarto movimiento del quinteto para guitarra y cuerda Opus 30 en Do mayor “La música nocturna en las calles de Madrid” al que popularmente se bautizó como el pasacalle de Los Manolos que, paradójicamente, se interpreta partiendo de Sol, una pieza maravillosa y profundamente representativa en la que el propio genio tranquilo que era el músico toscano no tenía la más mínima confianza. Se trata por tanto de un homenaje escrito por Boccherini a la ciudad de Madrid donde residió hasta su fallecimiento en 1806 y de la que se convirtió en uno de sus habitantes más admirados y más queridos. Lucca, en el norte de Italia, es una de las ciudades más castigadas por el coronavirus y Madrid, la ciudad española que más está sufriendo los efectos de esta pandemia así que, la música de un compositor extraordinario como él no solo puede remover nuestros sentimientos y regalar nuestros sentidos, sino que se convierte en vínculo de hermanamiento entre dos ciudades lejanas unidas por el sufrimiento. Las notas del pasacalle más famoso del pentagrama, interpretado por estos jóvenes músicos, es también un canto a la esperanza en el futuro.

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