Opinión

La criatura misteriosa

Se trata de un tema recurrente y antaño alimentaba las páginas vacantes de los diarios al menos durante el verano. Equipos de científicos procedentes de varias partes del mundo en representación de otras tantas universidades o sociedades científicas, se desplazaban hasta el norte de Escocia para tratar de ofrecer una explicación racional a las apariciones que, a partir de 1933 en la edad contemporánea, se sucedieron en aguas del lago Ness y que advertían de la posibilidad de que una criatura procedente de tiempos remotos habitara en sus aguas. Esos avistamientos habían sido rigurosamente descritos en la antigüedad y correspondían a un ser monstruoso que por su descripción, los zoólogos modernos equipararon a un plesiosauro, un enorme reptil del periodo Jurásico de 20 metros de longitud y cien toneladas de peso que poseía cuatro aletas, una característica que lo hacía único. Este año también ha habido rueda de prensa con las conclusiones de un equipo desplazado a las inmediaciones del lago escocés para tratar de desvelar el misterio que existe bajo sus aguas. Un equipo de científicos auspiciado por la prestigiosa producción audiovisual The Super Natural Story y coordinado por el profesor Gemmell de la universidad de Otago en Nueva Zelanda, se ha pasado año y medio haciendo catas en las aguas a más de 200 metros de profundidad –tiene una profundidad máxima de 230 metros- y no ha encontrado nada. No hay restos biológicos de un ser  de tiempos pasados. Cuando los periodistas le preguntaron al profesor Gemmell se existía un monstruo marino en las entrañas del poderoso lago este respondió con plena serenidad: “No lo sé. Si lo hay, nosotros no lo hemos encontrado”.
No hubo verano que se precie sin monstruo del lago Ness y los veteranos de este oficio le tenemos mucha devoción a este bicho de Escocia que siempre nos llenaba huecos imposibles de llenar con noticias del día en pleno episodio canicular. En lo que llevamos de estío, el lugar reservado para la legendaria criatura lo ha usurpado Boris Johnson y su delirante método de abandonar la Unión Europea. Menos mal que sus conciudadanos le han parado los pies por la vía de apremio. Una vez reducido Boris, Nessie vuelve a dar que hablar. Como debe ser.
 

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