Esta vez los periodistas expertos en laberintos parlamentarios han preferido no pillarse los dedos y han decidido abstenerse de especular o hacerlo solo lo indispensable. Todos ellos conocen ya de sobra las pautas del marianismo y todos ellos están convencidos que, salvo el núcleo duro, el resto de integrantes de este equipo titular que afronta la legislatura en la que se presupone se pasará del “porque yo lo digo” a la del “quid pro quo doctor Lecter”, se han enterado de que saltan al campo media hora antes de que lo supiera el rey. Por eso, las quinielas estaban fuera de lugar y nadie movió ficha hasta que un primer banderazo de señales confirmaba que Margallo no seguía y los expertos coincidieron en afirmar que entre sus ganas de pasar a la reserva y las reflexiones sobre Gibraltar y la bandera el veterano canciller estaba listo para pasar a la reserva. A su sucesor, Alfonso Dastis, hemos tenido que ir a buscarle los no iniciados en la wikipedia.
El Gobierno salía a eso de las siete de la tarde con algunas sorpresas. Se afianza el núcleo duro con Guindos, Montoro y Soraya en los puestos cabeceros aunque deja de ser portavoz en favor de Méndez de Vigo que habrá de saberse cómo se come eso. A la aristocracia gubernativa se suma de Fátima Báñez que cuando tomó posesión nadie daba un duro por ella con su marcado acento andaluz que parecía un personaje de don Pedro Muñoz Seca y ahí la tienen, conservando Trabajo, Seguridad Social y Fomento. Catalá se afianza en Justicia tras enfriar con diligencia los disparates que dejó dichos Ruiz Gallardón en su efímero pero intenso paso por el departamento, y Tejerina sigue donde está que está muy bien. Sabe de lo suyo, tiene buena imagen, una presencia muy apañada y no parece asomar concupiscencia política. No como Cospedal, a la que todo el mundo hacía en Interior y al final está en Defensa, una aparición que personalmente no sé interpretar y que ya interpretarán por mí los expertos. A mí me parece que le han dado un ministerio para que se lo crea pero en realidad la han desactivado habrá que saber por cuánto tiempo. Fomento nos rebela una figura emergente. La del ex alcalde de Santander Iñigo de la Serna que va a gestionar un ministerio en franco ascenso.
Y quedan los otros. El ex alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido en Interior y los más nuevos. Nadal en Turismo y una catalana en Sanidad, Dolors Montserrat. Por esta vez, nada de gallegos.
