Opinión

El descanso del verano

Fracasado el proceso de investidura y metido el país en un culo de saco del que es prácticamente imposible salir aplicando una solución ventajosa para los administrados, -otra cosa es aplicar soluciones que favorezcan a los políticos que eso es más fácil- realmente lo mejor es que este mismo país -que lleva quince meses en la pura inoperancia- permita que su vida política se interrumpa y se aplique una masiva desconexión del panorama parlamentario, disfrutando del tiempo que corresponde y que no es otro que el del verano, sin que los representantes del pueblo se adueñen como siempre de todo y no dejen sitio para otra cosa que para debatir sobre qué va a ser de nosotros con este bloqueo en el que llevamos sumidos desde la consumación de la moción de censura sobre Rajoy en el ya lejano mayo del año pasado. Rajoy es el primero en predicar con el ejemplo. Desde hace un año, cuando se encerró en el restaurante y se convenció a sí mismo de que lo mejor era salir pitando, vive una vida de marqués, solo aparece cuando no queda otra y apura sus relajadas vacaciones en Sanxenxo sin torturarse por gobernar un país que era ya  casi imposible de gobernar cuando a él le tocó hacerlo y que, en estos momentos, es por desgracia, ingobernable.
Si los catalanes han sido capaces de aguantar estoicamente y sin chistar un escenario propio en el que no se ha aprobado ni una sola ley desde que Torra se hizo cargo del puesto de presidente de la Generalitat vacante, no sé por qué no vamos a poder tirar así los demás. Es tanta la influencia de la información política, está tan presente en nuestras jornadas, es tan feroz la presión de sus representantes y su constante presencia en todas las plataformas, que en mi opinión, una presión tan constante y tan pronunciada se ha convertido en intolerable. Por eso, no viene mal un descanso. Al fin y al cabo, septiembre está a la vuelta de la esquina. Cuando llegue septiembre ya hablaremos. Digo yo.
Personalmente, tampoco me voy a sentir recompensado si en este septiembre al que todos fiamos la reconstrucción de un estado fallido, se alcanza un acuerdo de gobernabilidad porque UP y PSOE no sintonizan y toda componenda para la formación de Gobierno será inútil e interesada. Si lo logran mal. Y si no lo logran, peor aún.

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