Opinión

Los amigos del presidente

En pleno rebrote de la pandemia y en el territorio de las Islas Baleares, el portavoz sanitario gubernamental y controvertido epidemiólogo Fernando Simón se ha tomado una semana larga de asueto para convertirse en protagonista del programa que el especializado en deportes de aventura y ex peluquero, Jesús Calleja, realiza para la cadena privada Cuatro. Los fotógrafos –un tanto amuermados por el efecto de la pandemia en el turismo isleño que no ha alcanzado ni mucho menos el nivel de años pretéritos- se han puesto de inmediato a la caza y captura del invitado en el archipiélago y han conseguido plasmarlo unos minutos antes de sumergirse en el mar Mediterráneo para protagonizar unas escenas de buceo. Simón ha subido en globo, ha bajado a las entrañas de una cueva, y se ha calzado una escafandra también por primera vez en su vida. Las crónicas recuerdan también que hace unos cuantos años, Pedro Sánchez también estuvo en uno de sus programas y trepó a la cima de uno de los grandes  molinos de energía eólica cuyas aspas estaban a más de setenta metros.

Lo que pocos sabían entonces y siguen desconociendo seis años después es que, a la hora de plantease su primer Gobierno, Jesús Calleja era el primero en la lista del presidente Sánchez para ocupar el ministerio de Cultura y Deportes. Estaban también propuestos para desempeñar esta cartera, Miguel Bosé, Almudena Grandes, Elvira Lindo y Maxim Huerta. Algo no enganchó en las apetencias de los nombres propuestos porque ninguno de ellos aceptó el ofrecimiento salvo el último, Maxím Huerta, que se convirtió, sin embargo, en uno de los ministros más efímeros de nuestra larga lista de ministros desde María Cristina de Borbón, la reina gobernadora que desempeñó la regencia hasta la mayoría forzada de su hija Isabel II. Una deuda mal satisfecha con Hacienda le voló por los aires. Eso, y haber dejado escrito que el fútbol era un deporte de bárbaros. Fue durante siete días ministro, también de los futbolistas.

Calleja y Sánchez se hicieron, tras aquel programa, íntimos. Y siguen siéndolo hoy en día a pesar de su rechazo al cargo, hasta el punto de que fue Calleja quien presentó ese panfleto infumable firmado por Sánchez llamado “Manuel de resistencia”, toda una declaración de principios que le define y le señala. Simón, por cierto, ya ha vuelto.

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