Como una de sus últimas decisiones del año Pedro Sánchez ha ordenado retirar un recurso contencioso-administrativo de Mariano Rajoy contra el decreto del gobierno socialnacionalista balear que exige a todo su sistema sanitario usar el catalán normalizado por la Generalidad desde Barcelona.
Las islas Baleares están perdiendo sus variedades idiomáticas y ahora a médicos especialistas de alto nivel por esta exigencia que se impone paulatinamente desde 2015.
Tras un gobierno del popular José Ramón Bauzá fue elegida presidenta la socialista Francina Armengol, que eligió coaligarse con el partido republicano, separatista y pancatalanista Més, que tiene cuatro de los diez consejeros actuales.
La imposición del catalán de Cataluña en un territorio plurilingüe que importa médicos del resto de España y de otros países hispanohablantes se plasmó en un decreto del pasado marzo, contestado enseguida con un recurso por el gobierno de Rajoy.
Pero ese decreto ya tuvo como resultados la pérdida de la única neuropediatra de Ibiza, que un médico quedara sin poder opositar por no saber escribir “alergia” en catalán, o que numerosos técnicos de radioterapia desaparecieran como candidatos a los empleos.
Poco antes unos 2.500 sanitarios se habían manifestado bajo los lemas “Los idiomas no salvan vidas” y “Hablar catalán es un mérito, no un requisito”.
El recurso de Rajoy, retirado ahora por orden de Sánchez, engorda el anexionismo imperialista de los “Països Catalans”.
Las islas no tienen una mayoría política socialnacionalista, sino que hasta ahora ha tenido un gobierno de UCD, cinco del PP, y éste, el tercero del PSOE.
Que no extrañe que, aparte de Populares y el creciente Ciudadanos, aparezca Vox y sea una avalancha como en Andalucía, y más si la población echa de menos a buenos sanitarios que se han ido por no hablar catalán.
