Opinión

SEGUIMOS CON EL VIGO VIEJO NUEVO

Estábamos desconcertados con este fogoso concierto ?o desconcierto ciertamente- de airadas voces que suenan en las televisiones, en las radios, en los periódicos, en los partidos políticos, en los sindicatos, en las comisiones obreras y empresariales, en los grupos indignados, en cualquier reunión, en fin, a la cual nos decidimos, algo temerosos a entrar porque hay que estar preparados para sumergirnos en la posible acción ?heroica- que aparezca en cuanto alguno de nosotros se decida a protestar contra? contra lo que sea: la opinión, cuento de algún hecho nefasto?


Es decir: que nos sale de repente un tío que dice que lo han puesto en la rue de su partido quizá ex de él- y lo han dejado sin segurdad social; o vive otro político que insiste en lo mismo?


-O sea que se asusta uno de la paz posible que agún dia tendrá que llegar cuando todos los políticos y seudo idem se decidan a ser normales y no insaciables en? en todo..


Nos fuimos a la tertulia a hablar de como creció Vigo. Esto nonos enfada y Gorecho dijo:


'Se procedió a la apertura de la calle del Marqués de Valladares, etc?


-Así que en nuestra tertulia nos metimos a hablar de como se desarrolla ?ya habláramos hace un par de días de ello: de cómo se desarrollaba Vigo en los años 1880 y tantos?Y les contamos que se procedió a la apertura de la calle del Marqués de Valladares, previa la tramitación del oportu¬no expediente, construyéndose su alcantarillado. (¡Ya lo sabemos!, gritaron los contertulios.)


Y así se explicaban los fundadores del Vigo más moderno. Muy necesario para el fomento y de¬sarrollo de los intereses locales, es lo mejor la apertura de los caminos vecinales, haciendo de este modo llegar hasta el centro de los más apartados lugares la vida y savia de los pue¬blos á quienes nutren y alimentan con sus productos agrícolas hoy y manufacturados tal vez mañana, contribuyendo á su mayor comodidad y bienestar. Pero en este punto, preciso es confesarlo, que ni por el auxilio espontáneo que los Municipios deberían en-contrar en los propietarios, ni por los únicos que se presupuestan en el nuestro para tal fin, pueden estos realizar grandes mejoras, redu¬ciéndose por lo tanto en este ramo de la ad¬ministración la gestión nuestra á afirmar el camino del Regueiro, aprovechando las ofertas y dejando explotar gratis el material nece-sario para aquella obra de canteras pertene¬cientes al Sr. D. Francisco Solleiro Negrete: al ensanche y composición del camino de Frágosiño en Sárdoma, al afirmado del camino de Canadelo y á la construcción de una fuen¬te en el mismo lugar.


En cuanto á reformas y mejoras de géne¬ro semejante dentro de la ciudad se han llevado luego los plácemes de los ciudadanos vigueses.


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