Opinión

RECUERDO SOBRE MÉNDEZ NÚÑEZ (Y 3)

Creí que ya había terminado los recuerdos de Méndez Núñez pero algunos me han pedido más hechos del heroico marino y yo estoy dispuesto a ello para ofrecer lo que pueda de esta figura viguesa inolvidable.


Nació el 1 de julio de 1824 hijo de D. José Méndez Ponce de León y de Dª Teresa Núñez, en una casa de la Plaza de la Constitución que hoy luce una placa que lo recuerda, puesta en 1890 por la sociedad 'Recreo Artístico'.


Bautizado en la Colegiata lleváronlo a Madrid pero poco después volvió a Vigo donde, con diez años, salvó la vida a dos niños que estaban a pique de ahogarse.


Ingresa en la Escuela Náutica de Vigo y en 1839 fue, de guardiamarina, destinado al bergantín 'Nervión' y diez años después va a Fernando Poo en la expedición que tomó posesión de la isla.


Fue siempre muy valiente: siendo alférez instructor de guardiamarinas, en la fragata 'Volador', en Montevideo, varios españoles perseguidos por el dictador Rosas se refugiaron en la fragata. Pero Méndez Núñez se interpuso entre estos y sus perseguidores diciendo: 'El primero que se atreva a poner la mano sobre un español caerá atravesado por mi espada'. Con lo que los agentes se retiraron.


Ascendido al poco tiempo a teniente de navío y mandando la goleta 'Cruz' realizó un viaje a La Habana en donde su gran pericia les salvó de un naufragio en un tremendo temporal.


Otra de sus hazañas, -ya era capitán del vapor 'Narváez'- fue el ataque que realizó en 1861 contra los temibles piratas de Joló y Mindanao. Aquí metió el palo bauprés de su barco por la tronera de un fortín y entró con sus valientes marineros. Méndez Núñez recibió dos cuchilladas y la reina lo hizo capitán de fragata.


Después de algunos trabajos de índole oficial en el Ministerio de Marina y de navegación corta en la 'Princesa de Asturias', le encomendaron el mando de la fragata 'Numancia', primer acorazado que dio la vuelta al mundo y que definió un lord británico y marino 'como gesta que señaló para siempre al inmortal marino español'.


Y poco después tuvo lugar el famoso bombardeo de Valparaíso y la gran hazaña de dirigirse al puerto del Callao, plaza con cañones de mayor poder que los del barco español. La Numancia quedó bastante deteriorada y el almirante español herido pidió a sus segundos que continuasen el combate que fue enriquecedor para España como ejemplo de heroísmo.


En 1866 Méndez Núñez ascendió a jefe de escuadra y enseguida quisieron ascenderlo a teniente general, pero renunció pues debería descansar de sus heridas y fatigas.


Amigo lector, siempre que pases cerca de su monumento salúdalo y sonríele: es el auténtico representante del valor vigués. Y de su heroísmo.


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