Le veo a usted con cara contenta, me dijo ese animal de bellota que todos tenemos que suele meter la pata en sus alegres críticas de lo bueno que se construye o se repara en la ciudad. Y digo lo de la bellota porque me espetó:
-Mira ?he oído que van a reparar, mejorar y volver a ponerlo debidamente como se merece ese monumento del castillo del Castro que tantos años lleva olvidado y que es, según sabemos, un edificio que en cuanto sea reparado va a facilitarnos la alegría de volver a almorzar con un buen menú, o cenar y sobre todo bailar...
Cortele:
-¡Pero que dices, chalao...? ¿De qué me hablas? Tú te refieres a la última fase dedicada a enajenar la maravillosa obra de fortificación y transformarla en un centro de diversión que podía haberse realizado en cualquier otro lugar sin necesidad de despreciar un monumento histórico, artístico y cultural.
-Hombre, yo creí que...
-No creas en nada que sea desprestigiar y malear lo que se construyó como bien necesario y en donde los vigueses lucharon para defender el sjuelo patrio:
Vigo. Deberías buscar el libro 'Vigo. La ciudad que se perdió'. Es una maravillosa y honda obra histórica y cultural que realizó el Doctor Arquitecto y especialista en historia don Jaime Garrido que estará muy contento al ver que al fin uno de sus deseos se va a cumplir ¿no losabes? Nuestro alcalde echó a andar la soñada obra de reparación que será el orgullo de todos los vigueses.
-Pero eso cuesta tela, ¿no?
-Sí, claro... Y en cuanto esté acabado aquello sera otra vez, como hace siglos, cuando tenía valores estratégicos. Y hoy, o sea, mañana, estaremos orgullosos todos los vigueses de ver el lugar donde nuestros antepasados defendieron el viguismo, a Galicia y a España.
-¡Qué bonito, leñe!¸ cuenta conmigo. Y estarán muy contentos nuestro alcalde, el arquitecto Garrido y los nuevos continuadores de ese trabajo hermoso de reparar nuestras reliquias históricas.
