A veces la coherencia resulta insostenible. Verbigracia: Un chucho pone un zurullo. Celoso con el medio ambiente su dueño lo recoge, lo anuda en una bolsa de plástico y lo deposita en el contenedor de la basura. De entrada es la salida más correcta. El resultado sin embargo es una mierda peor que la del can: el abono y los nutrientes que se generarían en cuatro o seis semanas tardarán cien años en descomponerse.
Ejemplo dos: La industria alimentaria plastifica las frutas, las verduras, los cereales; envasa al vacío carnes, quesos y embutidos; embotella lácteos, salsas e innumerables marcas de líquido elemento en mil y un recipientes del indestructible hidrocarburo. Ah, pero los supermercados nos cobran la bolsa de plástico porque los gestos cuentan, barra, cuestan lo suyo.
Ejemplo tres: Los ayuntamientos se afanan en la caza y escarmiento de los utilitarios del pasado siglo cual si la culpa de que el planeta ande asfixiado la tuvieran los que no tienen pasta para comprar un híbrido, un eléctrico, o un coche de reciente eco factura. Pero los petroleros, los mercantes, los cruceros, los mega yates de los ricos -ciento un mil millones de caballos de potencia desatados- siguen contaminando los océanos; y los Boeing, los Airbus y los Falcon siguen enguarrando el cielo para acarrear turistas y envanecer ejecutivos.
Último ejemplo: Tenemos tres televisores por hogar; un coche por prepucio, barra, ventosa en el garaje; echamos las luces al vuelo por Navidad, la casa por la ventana en los veranos, y los gobiernos se alegran porque (aunque sea a base de adquirir cachivaches que solo sirven para polucionar) sube el Consumo y eso es señal de crecimiento. Y luego cacareamos a los cuatro vientos que queremos salvar el planeta porque reciclamos la basura doméstica en tres tricolores cubos plásticos.
Corolario: Ni los coches, ni los barcos, ni los aviones, ni las motos, ni las calefacciones, ni los farrapos de gaita (aunque para colorear un blue jean hagan falta 14.000 litros de agua) sobran. Los que sobran son los homo sapiens sapiens. Urge una moratoria para la recuperación de la fauna, de la flora y de la atmósfera. Y un control más exhaustivo en la proliferación del predador más terrorífico.
Yo ya no digo que lo más ecologista sería que nos extinguiéramos, como los dinosaurios; ni tampoco que la especie más invasora sea la especie humana, que es verdad. Digo que el planeta sobrevivirá a pesar de todo. Y que de seguir así lo que desaparecerá (nadie nos echaría en falta) será la Humanidad. Al planeta le sentará de puta madre.
