Opinión

La noche de Coixet

Les confieso que me empecé a poner nerviosa mientras veía la Gala de los Goya. Me preguntaba si la Academia de Cine iba a dejar sin premiar "La Librería" de Isabel Coixet. Y no porque "Handia" y "Verano de 1993" no merecieran ser premiadas porque sin duda son dos películas a tener en cuenta.
Verán, en mi opinión la de Isabel Coixet es una de las "voces" más interesantes en la cultura española.
Diré más, lo que más aprecio de esta directora no son solo sus películas sino su valentía para ser un "verso suelto", para ser genuinamente ella misma, para no pertenecer a ninguno de esos grupos de la "cultureta" en el que no comulga con sus principios queda estigmatizado y a poco que puedan le dejan "fuera de juego".
Pero Isabel Coixet hace uso de su libertad para ser ella misma, para decir lo que piensa, para enfrentarse a las verdades oficiales, para no ser políticamente correcta.
Así que Isabel Coixet se ha convertido, seguramente sin proponérselo, en una líder social, alguien cuyas opiniones se escuchan e importan y por tanto también tiene detractores no por sus obras, sino por sus opiniones..
Coixet es una excelente directora que ha sabido desgranar un sinfín de emociones en cada una de sus películas. El suyo es un cine de "autor" pero que además es capaz de conectar con el público, no solo con los sibaritas del séptimo arte. Dirige con sobriedad, no hay ni un ápice de histrionismo en su manera de hacer cine y tiene la virtud de enganchar al espectador, de que queramos acompañarla viendo cada una de sus obras, todas distintas, todas profundas, todos asequibles.
"La Librería" es una película estupenda, especial, porque Isabel Coixet ha logrado hacer de ella una pequeña obra de arte que perdurará. Porque hay películas de las que nos olvidamos nada más verlas pero hay otras que se quedarán para siempre.
PD: Aunque este artículo va de Isabel Coixet no me resisto a dejar de comentar la vestimenta de los políticos que acudieron a la Gala de los Goya. O más concretamente la vestimenta de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Sánchez acudió con corbata en perfecto estado de revista. Iglesias se enfundo un smoking acorde con los aires de la gala. Hasta aquí todo normal, si no fuera por la impostura que supone la elección de su vestimenta. Es curioso que Sánchez se presentara, no hace mucho, en una recepción en el Palacio Real sin corbata e Iglesias acuda a cuantos lugares va con sus ternos estudiantiles y sin embargo para ir a la "fiesta del cine" ambos se engalanaran. Sin palabras.

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