Opinión

Cayetana

No la conozco. Tan solo la he escuchado y observado de lejos, desde la tribuna de prensa del Congreso. Y aunque no la conozco me parece que en Cayetana Álvarez de Toledo hay unas cuantas cosas evidentes. Es inteligente, culta y excelente dialéctica pero le falta empatía, y, vista de lejos, le sobra arrogancia.

Me parece a mí que la falta de empatía y el exceso de arrogancia son sus principales problemas para andar en política porque a eso desemboca en una evidente falta de "cintura" para hacer política, para ser capaz de escuchar a los otros y de llegar a acuerdos con los contrarios.

Al final, Pablo Casado ha tenido que asumir que se equivocó nombrándola como portavoz del PP en el Congreso.

En realidad, Cayetana no ha fracasado sino que es Casado quién lo ha hecho por haberla nombrado.

El problema de Casado es que ha estado demasiado pendiente de VOX y eso le ha llevado a cometer algunos de sus principales errores, entre ellos el nombramiento de Cayetana Álvarez de Toledo. Ojo, no estoy entre quienes creen que Cayetana Álvarez de Toledo esta ideológicamente con VOX tal y como dice la propaganda del PSOE y de Podemos. Todo lo contrario. Pienso que es una mujer libre y sin complejos con una ideología bien definida anclada en los valores liberales que forman parte del espíritu de Europa.

Pero, dicho esto, añado que como es "dura" dialécticamente y no vacila ante ningún oponente seguramente Casado pensó que la señora Álvarez de Toledo le daría un plus al PP ante quienes acusaban de blandura a este partido.

Eso si, en mi opinión, el mejor PP es el que se mueve en el centro huyendo de los extremos. El mejor PP es el que puede presentar un equipo de personas solventes en su profesión y por tanto esa solvencia trasladarla al servicio de los ciudadanos. El mejor PP es el que es capaz de escuchar y llegar a acuerdos con el contrario. El mejor PP es el que se sitúa en el centro derecha o en el mismísimo centro. Y ese no ha sido hasta el momento el PP de Pablo Casado.

Pero también es injusto centrar en Cayetana Álvarez de Toledo esa fallida estrategia que ha seguido el PP en los últimos meses. Porque esa estrategia de derecha chillona y rígida es una decisión de su actual dirección, empezando por Pablo Casado.

Dice el refrán que rectificar es de sabios y Casado parece estar rectificando no solo por la destitución de Álvarez de Toledo sino por la elección de personas con un perfil más dialogante para acompañarle en su travesía política.

Si el PP quiere volver a gobernar tiene que comportarse como un partido de Gobierno y dejar de mirar a su derecha, a VOX. El día en que Casado y los suyos se olviden de VOX habrán dado un paso más en la recuperación de ese espacio de centro que es en el que se ganan las elecciones.

Y eso si, el fracaso de la elección de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz es consecuencia de que ella juega a un juego político que no es el que está encima de la mesa ni el que necesita su partido. Pero eso no debería conllevar a que Pablo Casado prescinda de ella para otros cometidos puesto que es una persona inteligente, culta y con principios, algo de lo que no andan sobrados los políticos españoles.

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