Opinión

Cambio por cambio

El cambio climático no es una amenaza de futuro es una realidad, de manera que resulta cansino tener que repetir que es urgente que los Estados deben de afrontar de manera urgente cómo poner freno a todo lo que contribuye a la destrucción de nuestro planeta.
Ahí están los Acuerdos de París durante la cumbre del clima, acuerdos que deberían de ser de obligado cumplimiento pero que no pasan de ser meros compromisos.
De manera que bienvenidos sean todos los esfuerzos y llamadas de atención que se hagan en pro de tomar conciencia del problema. De ahí que es importe el informe de la Comisión Europea alertando de que las medidas que se han adoptado hasta el momento son insuficientes y fijando para el 2050 la desaparición de las emisiones de gas al menos en la U.E.
Se podría responder lo de "cuan largo me lo fiáis..." y sin duda es así, pero el que al menos se fije una fecha es importante.
Los dirigentes de la Unión Europea pretenden que para el 2050 el 80% de los carburantes provengan de las energías renovables, por tanto menos contaminantes y es de esperar, o al menos desear, que ese objetivo se haga realidad. Pero es evidente que no podemos retrasarnos más en cambiar las energías contaminantes por energías más limpias.
No obstante me da mi la sensación que muchos dirigentes políticos, amen de asistir a las "cumbres" sobre el cambio climático y hacer los discursos y fotos de rigor, luego hacen poco o nada para hacer llevar a la practica sus propios discursos y compromisos.
Sin embargo no queda mucho tiempo para abordar de una manera eficaz y tajante el cambio climático. Hay medidas que no pueden ni deben esperar al 2050.
En primer lugar los gobiernos tienen la obligación de explicar y concienciar a sus conciudadanos del desastre que no solo para el Planeta en el futuro sino para nuestra salud en el presente tiene la altísima contaminación en la que vivimos inmersos.
En segundo lugar es necesario convencer y presionar a países tan importantes como lo es Estados Unidos para que sigan ignorando y dando la espalda a las medidas imprescindibles para poner freno al clima climático.
Pero sobre todo es necesario que en las escuelas se vaya explicando y concienciando a las nuevas generaciones sobre el problema que supone el seguir deteriorando el planeta y como también con pequeños gestos podemos contribuir a frenar ese deterioro.
En definitiva lo único que no podemos hacer es quedarnos de brazos cruzados y mirar hacia otro lado.

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