Opinión

8 de marzo

No, no es un día cualquiera. Es un día para volver a hacer visibles los problemas que tenemos las mujeres. Problemas que tienen que ver con la igualdad, con derechos que todavía no hemos alcanzado, con la necesidad de un cambio de mentalidad de la sociedad.
Por eso tantas y tantas miles de mujeres salen a la calle, por eso tantos miles de hombres nos acompañan en esta jornada reivindicativa, porque ellos, o mejor dicho entre ellos, hay muchos que comparten que lograr la igualdad plena entre hombres y mujeres tiene que ver con valores, con la defensa de los "derechos humanos" y con la democracia y la libertad. Así que el feminismo no es solo "cosa" de mujeres
Pero hay que poner los puntos sobre las "íes" y asumir que el movimiento feminista no es homogéneo, que es un movimiento transversal, por más que haya colectivos que hablen en nombre de todas nosotras. Y menos mal que no es homogéneo, porque no hay nada que me preocupe más que el "pensamiento único".
En el movimiento feminista hay unas cuantas cosas que todas tenemos claras y otras sobre las que hay discrepancias.
Creo que estamos de acuerdo en que hay que poner punto final al papel subordinado de la mujer que hasta no hace tanto era la tónica común en todos los ámbitos de la sociedad, en el trabajo y en casa.
Evidentemente tampoco hay discrepancias sobre la necesidad urgente de acabar con la discriminación laboral. Las mujeres ganamos menos dinero que los hombres por igual trabajo, por tanto hay que acabar con la brecha salarial, también nos cuesta más acceder a puestos directivos sencillamente porque el "poder" sigue estando en manos casi exclusivamente de los hombres.
Desde luego resulta inadmisible que la maternidad suponga un handicap para las mujeres que trabajan. La desigualdad también se sufre en el seno de la familia, sobre las mujeres continua recayendo el "peso del hogar".
Por supuesto hay que mantener y reforzar el Pacto de Estado contra la Violencia y dotar de medios a las leyes que protegen a las mujeres contra la violencia machista.
En fin son muchas cosas en las que estamos de acuerdo y en otras no. Por ejemplo imponer el llamado "lenguaje inclusivo" es lisa y llanamente ingeniería social amen de que es algo que puede rozar el esperpento.
Tampoco termino de comprender la cruzada contra el llamado "amor romántico", es decir negar el enamoramiento porque según algunas feministas éste puede dar lugar a consagrar la sociedad patriarcal y la violencia, me parece que es ir demasiado lejos.
Negar la posibilidad de enamorarse y hacerse sentir culpables a las mujeres que se enamoran me parece lisa y llanamente una barbaridad. El amor puede ser romántico, muy romántico, y eso no quita que la relación esté basada en el respeto y la igualdad y no en la subordinación.
En fin que hay muchos asuntos en los que podemos discrepar pero lo sustancial es que la esencia del movimiento feminista continua siendo la igualdad. Y en eso estamos.

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