Vigo tendrá en breve un albergue de peregrinos que se ubicará donde debe, en la Ribera del Berbés, en plena fachada del barrio, al lado de los edificios de la Universidad de Vigo (si es que el nuevo rector no dispone otra cosa, que no creo). Era una promesa firme y posible realizada por Núñez Feijóo durante su última campaña para renovar la Presidencia de la Xunta y por fin la cumplirá. El edificio lo desarrollará el Consorcio Casco Vello y tendrá al parecer capacidad para 90 personas y convertirá definitivamente la Muy Leal en una ciudad jacobea, estación de paso para que miles de personas que eligen el Camino Portugués de la Costa puedan pernoctar. Probablemente serán más cada año. En 2017, el segundo ejercicio completo con la ruta oficial en la red jacobea, realizaron el recorrido desde Oporto a Santiago pasando por A Guarda, el Val Miñor y Vigo más de 7.000 personas. No es mucho comparado con el resto de caminos, apenas el 2 por ciento, pero fue el que más creció con diferencia. Y es probable que en este 2018 siga hacia arriba, aunque el primer trimestre ha sido flojo.
El albergue de peregrinos marcará otro hito en la historia local y debería servir además -o sobre todo- como otro pilar para sustentar el turismo y creer de verdad en las posibilidades de Vigo. El pasado año los hoteles marcaron un récord de ocupación aunque a cambio el crucerismo se fue a pique. El domingo llegó el mayor barco del año y la mitad del pasaje se fue de excursión fuera de la ciudad. Ayer pasó otro tanto. El turismo hay que cuidarlo y eso pasa por realizar una oferta potente y sustentarla en el tiempo. Continuará...-
