Quizá sea una paradoja de la historia, pero poco más de un siglo después de la unión de Bouzas con Vigo (1904), una parte del destino próximo de la ciudad futura se jugará en la antigua villa. La Autoridad Portuaria ha conseguido financiación (13 millones) para poner en marcha una obra clave doble: cambiar la escollera de la terminal de transbordadores en un muelle para buques de aguas profundas y proyectar la construcción de una línea del ferrocarril hasta Bouzas. Dos actuaciones que permitirían dar un salto adelante en competitividad: el tren haría posible captar la exportación e importación de más coches de otras marcas y el muelle exterior convertiría a Vigo en el puerto con mejores prestaciones para los nuevos navíos que ya se proyectan, por encima de los 300 metros de eslora y 15 de calado. En manos de los vigueses está que el puerto continúe siendo su principal pilar y el eje sobre el que pivota su economía o que pierda fuelle ante los rivales, como Leixoes, que no pierde el tiempo. A corto o medio plazo habrá una selección "natural" de los puertos del Estado en dos categorías; la primera, donde habrá un selecto grupo que moverá la carga internacional, y la segunda, que serán terminales locales. Continuará... Feliz 2019.
