Opinión

Vigo y Francia, ayer, hoy y mañana

Vigo le debe mucho a Francia. La propia urbe no habría sido la misma sin su protagonismo en el episodio de las Guerras Napoleónicas que culminó con la expulsión del ejército imperial y la Reconquista. Así llegó el título de Ciudad Leal y Valerosa. La mejora del rango político resultaría crucial: le permitiría a la hasta entonces villa estirarse y crecer a lo largo del siglo XIX de forma muy importante -gracias sobre todo al desarrollo del puerto- y alcanzar el XX con unas mejores perspectivas impensables cien años antes. La propia Constitución de Bayona, anterior a la de Cádiz y nunca aceptada por su carácter de imposición francesa, incluía un reparto provincial donde ya figuraba Vigo como capital. 
 La ciudad se estiraría a lo largo del XIX y sus esfuerzos coronarían a mediados de la pasada centuria con la llegada de Citroën, el hasta ahora último momento decisivo en la historia local. La firma, también francesa, se estableció en Vigo y con ello justificó la existencia de Zona Franca y el polo industrial -había muchas críticas por la falta de actividad- y permitió que en cuestión de pocos años el municipio multiplicara por dos su población y se convirtiera en la primera ciudad de Galicia, hecho decisivo. Luego llegarían más conexiones francesas, las últimas la autopista del mar abierta con Nantes, que ha permitido el incremento de los intercambios con nuestro primer socio comercial, y el desarrollo del centro Vialia de la estación de Urzaiz, también a cargo de una firma con sello galo. 
En definitiva, que Vigo le debe casi todo a Francia, en el pasado, en el presente y es probable que también ocurra en el futuro. De hecho, la circunstancia más relevante derivada de la presencia empresarial francesa fue el estirón poblacional. 
Hace medio siglo que el ranking demográfico no sólo no ha variado sino que incluso se ha incrementado la distancia con el resto (A Coruña está a casi 50.000 vecinos de diferencia), pero algunos otros índices no han ido tan bien: el área coruñesa está desde hace una década por delante en producción industrial y riqueza y se distancia año tras años, como constata el informe Ardán, que realiza la nada sospechosa Zona Franca. La crisis se cebó más en Vigo que en Coruña, pero hay más motivos que lo explican. Por ejemplo, las direcciones regionales de los grandes bancos y constructoras están prácticamente todos en la capital herculina. Y además, o sobre todo, el complejo Inditex. Si  algún día A Coruña se fusiona con Arteixo, Vigo perderá también el liderazgo poblacional. Y sería trágico.
Pero nada es seguro, salvo que lo que se siembra hoy se recogerá en el futuro. Continuará...

Te puede interesar