Opinión

la salida sur, mejor que cerdedo

Cerdedo -el AVE directo de Vigo a Ourense sin pasar por Santiago- es un icono, un símbolo de lo que pudo y debió ser en su momento y que no se hizo por múltiples cuestiones que dan para un libro. Pero en construir una línea de alta velocidad por Cerdedo ya no cree ni UGT, que ha pedido que se archive y se estudie una alternativa. Es importante: sus técnicos fueron los responsables de realizar el trazado y conseguir que la Xunta lo asumiera y Fomento realizara un estudio inicial que es el que desde entonces ha ido dando vueltas sin avanzar un centímetro. En cambio, sí ha dado marcha atrás: lo hizo cuando tras contar con estudio ambiental aprobado y un trazado, Fomento se descolgó con que dicha obra se iría por encima de los 2.300 millones de euros, que era como condenarla al olvido. Ahora acaba de dar otro paso hacia atrás, con otro estudio por tres años, al parecer inevitable, que seguirá alargando la resolución del asunto: ¿Se puede hacer el AVE por Cerdedo con más de 2.000 millones de gasto, con túneles kilómétricos y viaductos? Yo diría que no, y también que bien haría la sociedad viguesa en plantear alternativas viables, pero ojalá me equivoque.
Lo que sí se puede hacer desde ya es apostar por la salida sur ferroviaria, que no forma parte del imaginario, ni tampoco de la discusión política o social, y ni siquiera se sabe muy bien en qué consistiría más allá de una interesante idea-fuerza: convertir por vez primera en su historia la estación de Urzaiz en pasante, formando parte de una línea directa desde A Coruña a Santiago, que sigue por Vigo y llegaría sin detenerse a Oporto y Lisboa. Con resultar interesante, lo es todavía más que acabaría con el rodeo de Redondela en el trayecto hacia Madrid y con el paso a nivel insoportable de Porriño y permitiría llevar el tren de mercancías hasta la terminal de Bouzas y reduciría al menos 15 minutos el viaje a Ourense, por tanto a Madrid. Sólo así, con una mejora de la vía del Miño, sería posible llegar a Madrid en tres horas y 15 minutos. Si no es así, habrá que circular por Santiago. Salvo que Cerdedo sea algún día verdad.
Eso valdría unos 600 millones de euros y la UE ya anunció a la Xunta que está abierta a cofinanciar. Ahora es cuestión de que el Ministerio de Fomento asuma la propuesta y ponga en marcha los trámites, que no serán cortos y que incluirán estudios ambientales, proyectos, consignaciones y un largo etcétera, cansino y complejo. La alternativa es no hacer nada, claro.

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