Opinión

Puerto seco

Hace más de 20 años que se puso en marcha la Plisan, que entonces se denominaba Puerto Seco de Vigo, con la idea de tener a una distancia intermedia una reserva de suelo para servir al puerto y su logística. Digamos que se planteaba contar con una zona para contenedores y el movimiento de carga donde también habría un área industrial. Eran los tiempos en que el frente antiportuario consideraba que no hacía falta contar con muelles adecuados, que el Puerto Seco era la solución para todo...
De hecho, entonces también se planteó en serio la construcción en el Puerto Seco o en el polígono de Balaídos de una factoría de baterías eléctricas para coches de la empresa japonesa Mitshubishi. Zapatero incluso anunció en 2010 que era una propuesta en marcha y con buenas perspectivas... Fue decirlo y llegó el tsunami al archipiélago nipón que acabó con todo.
La Plisan, que así comenzó a ser denominada, ya no es ni un puerto seco. La Autoridad Portuaria, principal propietaria de los terrenos, en torno al 60 por ciento del total, reconoció que estaba demasiado lejos del mar para que resultara interesante como nodo logístico, así que tampoco habría contenedores. Si no hay ni depósitos ni mercancía portuaria, ¿entonces qué es? Básicamente un parque empresarial, que acaba de debutar con escaso éxito. Apenas un 20 por ciento de la superficie a disposición ha recibido ofertas de grupos interesados en establecerse. Y eso que el precio de las parcelas roza mínimos.
El puerto seguirá en su sitio y las decisiones en marcha para ampliar Bouzas, Berbés y Comercio garantizan su competitividad. El Puerto Seco murió tras 20 años de gestación y nace siendo otra cosa, nada que ver con lo planificado. Así es Vigo.

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