Opinión

Premios para Vigo

Acaba de ganar Vigo un reconocimiento europeo a la iniciativa Vertical, muy interesante y práctica, por cuanto supone una solución perfecta para resolver uno de los grandes problemas de esta ciudad: la dificultad para moverse, en este caso desde el mar al Castro, una distancia relativamente corta pero que exige un esfuerzo extraordinario. Forma parte de la esencia mismo de Vigo, pero reconozcamos que las cuestas no son una ninguna ventaja. Hace unos años la Xunta del bipartito planteó un ascensor desde O Berbés al Paseo de Alfonso, con dos paradas intermedias, idea que sonaba muy bien aunque su coste se disparaba. Vigo Vertical recoge en parte aquella propuesta y la amplía.
No hay urbes del tamaño de Vigo donde sea tan complicado ir de un lado a otro. A Coruña o Gijón, dos ciudades con población similar, prácticamente carecen de transporte público o es muy limitado. La causa es precisamente su orografía, llanas y frente al mar, con la mayor parte de los residentes concentrados en su núcleo central y el resto, una minoría, en las parroquias. En Vigo en cambio la población en el cogollo urbano suma 200.000 vecinos y el resto se dispersa por kilómetros cuadrados, los 100 que tiene el municipio. Es la paradoja: la Muy Leal cuenta con menos de 300.000 habitantes, pero las distancias propias de Madrid, que tiene 10 veces más población. Y que además, dispone de una eficiente red de metro que llega a todas partes y que no deja de crecer  y unir el Madrid metropolitano. 
Hace algunos años se planteó la posibilidad de desarrollar en Vigo el llamado metro ligero, que no era sino un tranvía moderno. Hubo cinco proyectos, creo, algunos sólo por superficie, otros con partes soterradas, y algunos por completo bajo tierra. Quizá algún día se recupere. Continuará...

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