Opinión

Pontevedra y Vigo

La provincia de Pontevedra no tiene sentido ni resulta viable como conjunto en tanto mantenga su denominación actual, producto de una pelea política -y algo más, el asunto acabó en una batalla con la toma de la Boa Vila por un ejército vigués- del siglo XIX. La primera división realizada bautizó la demarcación administrativa como Baixo Miño. Luego, como Provincia de Vigo, que así se llamó en tres ocasiones, y finalmente, Provincia de Pontevedra. De eso hace casi 200 años y mucho han cambiado las cosas. Tanto que la Iglesia decidió en la segunda mitad del siglo XX trasladar la capital de su provincia eclesiástica desde Tui a Vigo, manteniendo el nombre de ambas ciudades, lo que parece un buen acuerdo. Ayer el Ministerio de Fomento dio otro paso en la misma dirección al considerar que Vigo y Pontevedra conforman una área urbana única, dividiendo en este sentido Galicia en seis y no siete grandes comarcas. Echando un vistazo al Área Urbana Vigo-Pontevedra, que no tiene carácter político pero sí valor estadístico, se puede concluir que no es sino el área metropolitana viguesa con el añadido de Marín, Poio y la propia Pontevedra. La provincia de Pontevedra-Vigo podría resultar atractiva para los vecinos de ambas ciudades y acabarían con la invisibilidad de la Muy Leal, un lastre. Algún día. Continuará...

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