Opinión

un parking que no es parking

La próxima semana se celebrará en Meirande, el centro de interpretación de la Batalla de Rande situado al pie del puente, otra conmemoración del famoso episodio bélico que hizo arder la Ría entre el 22 y el 23 de octubre de 1702, en plena Guerra de Sucesión, que fue una suerte de conflicto europeo en torno a Francia, Holanda, Gran Bretaña, Austria y España. Hay un programa en marcha donde llama la atención el amplísimo espacio para aparcamiento habilitado al lado de Meirande. Pero en realiadad no se tata de  un parking, sino de una terminal de contenedores que nunca se ha utilizado para tal fin por la sencilla razón de que carece de accesos adecuados para los transportes pesados. Que es como construir un aeropuerto sin aviones (Castellón) o una Ciudad de la Cultura sin contenido (Santiago) o un puerto exterior sin barcos (A Coruña). 
El Puerto se gastó una cifra mucho más modesta -se cree que unos 2,5 millones de uros en adaptar la superficie de 40.000 metros cuadrados- pero la naturaleza del error es la misma: en Rande no se ha movido ni un solo contenedor y la Autoridad Portuaria prácticamente ha tirado la toalla ante la falta de interés absoluto de las operadoras por hacerse con la superficie, que salió a concurso sin ninguna oferta. 
Desde entonces se ha convertido en un estacionamiento para las gabarras de los camiones que se han quedado sin espacio en los muelles, una zona perfecta para prácticas de autoescuela y un parking para Meirande. Cierto que en el puerto exterior apenas hay barcos y que la Ciudad de la Cultura está presidida por el vacío, pero la terminal de contenedores sin contenedores merece otro suspenso.

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