Opinión

los nuevos tiempos

Tras las elecciones de diciembre el pesimismo se extendía en el puente de mando del Gobierno gallego, que anotó una cifra: superar el 41 por ciento en las siguientes elecciones para aferrarse a la esperanza. Prueba superada en junio con el 41,5, aunque todavía lejos del 44,5-45 que necesitaría para garantizar una tercera mayoría absoluta. Y para ello el PP necesita recuperar terreno en Vigo, donde hay miles de votos. Que en diciembre dieron el primero puesto a En Marea, y en junio al PP. Pero el margen de crecimiento es muy grande y por ahí comienzan las operaciones. La primera, retrasando de nuevo el congreso local para evitar distorsiones y titulares. La segunda, modificando la estrategia, con mayor presencia en Vigo de Alberto Núñez Feijóo, quien después de todo está censado en la Muy Leal, donde tiene su domicilio oficial y vota. En paralelo, tratando de hacer propuestas en positivo, al margen de la respuesta que pueda obtener por parte del Concello, que también ahora parece algo más receptivo. Véase lo ocurrido con tres de los asuntos: la Ciudad de la Justicia, el Área Metropolitana y el transporte, los tres desbloqueados y en marcha. En cuanto al hospital, desde la Alcaldía se ha iniciado un capítulo de la guerra mucho más fría que ha tenido como punto culminante el evidente divorcio de la Plataforma Sanidade Pública, visible en el último pleno, cuando el PSOE votó “no” a una iniciativa lanzada por Marea de Vigo que contaba con respaldo expreso de la plataforma. Y que incluso respaldó el PP. Más presencia de Feijóo que tendrá como siguiente hito la promulgación de la Ley del Área en casa. Continuará...

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