Lo decía ayer en estas páginas Rodrigo Lagoa, quien más sabe sobre lo que se cuece en Peinador, y lo decía claro: este año que acabamos de iniciar nos jugamos mantener abierto el aeropuerto por una sencilla razón: todos han subido salvo Vigo, que además ha caído más que ninguno tanto en pasajeros como en carga. Sobre lo primero, la causa está a la vista: se fue Ryanair y con la “low cost” se acabó la conexión regular más barata con Barcelona, que se había convertido en un éxito, y algunas rutas estacionales para ir de vacaciones por Europa que también servían para atraer turismo a la ciudad, las Rías Baixas y Galicia. Todo ello ha supuesto perder 100.000 viajeros, o el 10 por ciento del total. Por tanto la solución sería recuperar otra aerolínea para la causa. Mientras Peinador se hundía -pese a mantener el millón de pasajeros, cifra que salva los muebles- la competencia alcanzaba sus mejores datos y ahí está la verdadera cuestión. ¿Qué ha pasado? Santiago se ha acercado por vez primera a los tres millones de viajeros debido entre otras causas a que en Compostela se encuentra la capital de Galicia y el primer destino turístico de la comunidad. En A Coruña está el complejo industrial Inditex y un destino que de momento supera a Vigo en viajeros: en 2019 ha alcanzado su cifra más elevada, con 1,3 millones de usuarios de Alvedro, terminal que hace 20 años estuvo cerca del cierre. Por el sur, el Sá Carneiro milita en otra liga, en dimensiones internacionales y 13 millones de usuarios. En torno a Peinador está la mayor concentración de población e industrias de Galicia pero la competencia aprieta y otro año en caída sería mortal.
