Opinión

Los hechos de agosto

Por segndo año consecutivo Vigo ha sido protagonista de agosto. El año pasado por el escándalo de la sobreventa de billetes por las navieras; ahora por el hundimiento del paseo marítimo en pleno festival musical. Hay que decir que en ambas circunstancias ha habido suerte: en el primer caso la Xunta cortó por lo sano y evitó una aglomeración en las islas que podría haber resultado trágica y en el segundo no ha habido víctimas y los heridos hospitalizados -tres ayer en el Cunqueiro- se encuentran de alta o a punto de volver a su casa. Curiosamente, ambos asuntos  entraron en la senda judicial con la misma magistrada, la titular de Instrucción 3. De momento, las navieras han recibido una fuerte sanción que no han abonado -porque la han recurrido- y están a la espera de la responsabilidad penal, reclamada por la Xunta a través de una denuncia. El derrumbe acaba de comenzar el proceso y ya se verá cuál es el papel que corresponde a Concello, Puerto y organización, las tres entidades a investigar.
Es cierto que se trata de publicidad negativa para la Muy Leal, para qué negarlo, pero no irreparable. Se puede constatar que Cíes el pasado año batió récords de ocupación y no bajó la llegada de visitantes tras lo ocurrido. Y en este ejercicio, con el nuevo control de acceso exhustivo, las islas continúan siendo un atractivo de primera, con menos aglomeraciones y más cuidado. En cuanto al Marisquiño, aunque el Puerto ya ha deslizado que su futuro en la zona está en cuestión, no perdamos de vista que se trata de un festival de éxito, buen nombre y donde la organización ha estado a la altura. Así que O Marisquiño puede y debe continuar, quizá con algunos cambios. Para mejor. Continuará...

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