Opinión

La universidad en el centro

Hubo a principios de los años noventa dos eslóganes maliciosos que hicieron carrera: uno, que Vigo limita al Norte con la Autoridad Portuaria; otro, que esta es una ciudad loca donde la basura está en el centro y la universidad en el monte. Del primero, poco que añadir a lo dicho: el puerto es Vigo, no el Muro de Trump. Del segundo, dar las gracias a quienes acabaron con los basureros y pusieron en marcha el sistema de eliminación vía empacadora, y a los que apostaron por desarrollar el campus en Zamáns, donde hay amplios terrenos que han permitido su desarrollo sin ahogar su crecimiento. 
Pero estamos en 2019, y después de 30 años de funcionamiento es hora de ampliar horizontes y acercar la Universidad al centro en lo posible. Lo propuso el anterior rector Mato y el actual Reigosa se ha rectificado a sí mismo para seguir la pista aprovechando la oportunidad de que los edificios judiciales van a quedarse vacíos en cuestión de un año y medio. Es el momento para ampliar y consolidar el Campus centro, entre Torrecedeira y la calle Lalín, conformando un centro de estudios aún mayor que el actual, con miles de jóvenes que no tendrán que subir hasta el monte, lo que redundará en darle un mayor pulso universitario a Nuestro Vigo. Tendrá dificultades, por cuanto exigirá dotar al Campus Centro de mayores servicios y quizá duplicar alguno, pero vale la pena.
Quién lo diría: la tercera década se iniciará con Vigo como ciudad con vida universitaria y lugar de paso y albergue del Camino de Santiago. 

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