Opinión

La universidad de Vigo

Aprovechando la presentación de una publicación sobre Martin Codax y las Ondas do Mar de Vigo, Salustiano Mato hizo su despedida formal como rector, cargo que abandonará el próximo lunes, cuando se celebran las elecciones universitarias entre dos candidatos. Luego quedará un tiempo en funciones hasta el relevo, que será o Emilio Fernández, que partía claramente como favorito pero ya no lo es tanto, o Manuel "Pachi" Reigosa, que parece haber jugado bien sus cartas en el ámbito de los PAS -el personal administrativo- y los estudiantes, cuyo peso en la elección resulta a menudo clave. Ya veremos. 
Lo que ya sabemos es que Mato da por finalizado obligatoriamente -ocho años máximo- su periplo como rector, el quinto desde que se fundó la institución. Le ha tocado un momento muy difícil, con estrechuras presupuestarias y caída del alumnado, aunque a favor ha tenido la madurez de la Universidad de Vigo y el apoyo de la Xunta. Lo primero ha permitido ampliar sus límites físicos con el Campus del Mar en la ETEA y  la sección del Berbés, dos instalaciones que acercan y anclan de forma nítida la Universidad de Vigo a la Muy Leal. Sobre lo segundo, destaca la buena comunicación entre Mato y Feijóo, pese a que se encuentran en dos polos ideológicos, lo que les honra. Salustiano Mato ha sido militante del BNG y probablemente retomará el carné tras dejar la Universidad, aunque seguirá ligado como catedrático que es. Pero le tira la acción pública y no lo oculta. Ayer mismo dijo que tras abandonar su toga comenzará a hablar de política. Hay quien le ve de candidato del BNG en Vigo: depende de él mismo. Puede sonar extraño, pero no lo descartaría, aunque a día de hoy tampoco apostaría un euro. Continuará...

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