Anunciaba la presidenta de Puertos del Estado, Ornella Chacón, la apertura de un proceso para poner al día el denominado Marco Estratégico, un documento que ya tiene 20 años y que define la organización portuaria en España. Según Chacón, que se nota que conoce el terreno que pisa, en cuestión de unos meses tendría que estar decidido un documento base de debate y negociación, que no será fácil porque implica a las comunidades autónomas, al Gobierno y a todos los operadores. Y ahí, dijo, sería el momento para poner sobre la mesa el sistema de interés general, conformado ahora por medio centenar de puertos. Son muchos. En el Norte de Portugal, del tamaño de Galicia y más población, hay sólo uno tras la fusión obligada de Douro, Viana y Leixoes. La resultante Autoridad Portuaria se ha convertido en un rival en todos los aspectos, también en cruceros: espera liderar la eurorregión en dos años y puede conseguirlo, como ya pasó con el aeropuerto. En mercancía en contenedores, mueve unas 50.000 toneladas destinadas a Vigo. En Italia se ha realizado un proceso similar de concentración y es cuestión de tiempo que pase en España, bien por decisión propia (Italia), manu militari (Portugal) o por eliminación, como la huida de Maersk de Vigo a Marín, donde ofrecían menores costes gracias a no contar con estiba. La solución no será fácil pero debe pasar por al menos reducir los cinco de Galicia a dos, Rías Altas, para Coruña y Ferrol, y Rías Baixas, para Vigo-Marín-Arousa. En este caso supondría disponer de tres terminales que no rivalizarían entre sí y serían complementarias. La idea circula desde hace años pero exige cambios normativos y mucha decisión. También la Xunta tiene mucho que decir, aunque difícilmente se meterá en el avispero sin antes constatar que existe algo parecido a un consenso. De momento, sigue el minifundio.
